Es tan lindo tu legado,
tan valiosos tus ejemplos...
Permanecen intactos tus mensajes,
tus lecciones con libros viejos,
nuestras tertulias, nuestros encuentros.
No ha podido la muerte
con lo que de ti concurrio en mi;
solo ha logrado convertir en recuerdos
lo que contigo vivi.
Pero tu rostro cercano,
tus besos de "buenas noches",
y hasta tu sombrero
me impregnan el alma
y la nostalgia no cabe.
Te quiero.
Ana Esther Flores Ventura.
lunes, 11 de enero de 2010
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2 comentarios:
Compañera, precioso, sabes, este poema me recuerda tantísimo a mi abuelo. Gracias por regalarnos estas palabras.
Me has hecho recordar a mi mejor maestro.
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